Existen un amplio rango de aplicaciones tecnológicas en las que las computadoras juegan un papel fundamental, tanto en áreas científicas y educativas como en los negocios, siendo esta última una de las más interesadas en buscar la creación de sistemas más flexibles, autónomos y organizados, que trabajan entre sí para la creación de soluciones de negocio1.
En la búsqueda de enfrentar retos empresariales, se ha experimentado mucho con la Inteligencia Artificial con la intención de conseguir una operación con máquinas de comportamiento inteligente que tengan la posibilidad de percibir, razonar, aprender, comunicarse y actuar en entornos complejos.
Aún cuando el concepto de Inteligencia Artificial es algo que se escucha mucho en la actualidad, es más viejo de lo que uno se imaginaría2. Los primeros trabajos que pueden ya considerarse como el embrión de la Inteligencia Artificial moderna aparecen en la década de los 40’s, aunque no sería hasta 1950 cuando realmente estos estudios y propuestas consiguieron una verdadera repercusión gracias al artículo “Computing Machinery and Intelligence”, escrito por Alan Turing, uno de los padres de la IA. En este artículo se profundiza sobre la posibilidad de que una máquina pueda imitar el comportamiento de la mente humana.
A pesar de las expectativas tan altas que se tenían sobre la IA, los avances de la primera ola se vieron mermados y se enfrentaron a varios retos por la incapacidad de los sistemas para adaptarse a entornos inciertos e imprecisos3. Había una gran cantidad de personas que no apostaban por el concepto. En los años 80’s E. Dyson predijo que la IA no había alcanzado su madurez y por lo tanto, no podría ser completamente útil desde el punto de vista comercial hasta que lograra involucrarse en sistemas estratégicamente importantes.
Actualmente vivimos en un momento en el que la IA ha evolucionado y se mantiene haciéndolo con gran velocidad, confiamos más en ella y la hacemos parte de nuestro día a día, los avances tanto en hardware y en software utilizando las distintas técnicas de la Inteligencia Artificial ya sea individual o en conjunto han traído oportunidades sin precedentes para la investigación de nuevas aplicaciones y metodologías en áreas como la gestión financiera empresarial.
El uso de estas herramientas facilita la toma de decisiones oportunas en una economía altamente competitiva y globalizada cuyos objetivos básicos para la supervivencia de las empresas se centran en la sostenibilidad en el tiempo y creación de valor4.
La aplicación de estas herramientas en el campo empresarial permite contar con metodologías que sirven de soporte a los complejos procesos de análisis, mismos que se requieren en el descubrimiento de las tendencias del negocio a fin de tomar decisiones eficientes y oportunas, y poder afrontar los retos que impone el mundo globalizado, en donde el conocimiento y su correcta aplicación aparecen como un factor esencial para expandir las fronteras de cualquier negocio.
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Fuentes:
Inteligencia artificial en las empresas (Artículo)
Autor: Angélica García Vega1
Historia de la inteligencia artificial.
Autor: Julio Villena Román, Raquel M. Crespo García y José Jesús García Rueda 2
Inteligencia de negocios como soporte de decisiones y aplicaciones de marketing y dirección de la producción empresarial.
Autor: Carlos Koo 3
Inteligencia artificial en la gestión financiera empresarial.
Autor: María Del Carmen Sosa Sierra 4